
Una escena de estupor y verguenza deportiva se vivió en los Juegos Olímpicos de Beijing cuando el taekwondista cubano Angel Valodia Matos agredió al árbitro de la pelea con una feroz patada al mentón después de ser descalificado en la pelea por el bronce, categoría de 80 kilos, con el kazajo Arman Chilmanov, que fue declarado vencedor.
Los cubanos no aceptaron la decisión del árbitro que ocurrió cuando Valodia se levantaba del suelo después de recibir durante un buen rato atención médica de un golpe en los dedos del pie derecho.
Chilmanov explicó que Matos tenía un minuto para recuperarse. “No pudo hacerlo en ese tiempo y el árbitro me declaró vencedor”, subrayó. Al agredir al árbitro, añadió, “no se comportó como debe comportarse un deportista”.
En el momento del comienzo de la atención médica, Valodia ganaba el combate por 3-2 en el segundo asalto. Valodia y el entrenador acosaron al árbitro, que hizo caso omiso de las protestas cubanas. El técnico llegó a decir a gritos que el árbitro estaba comprado.
Después de la patada, los jueces intervinieron para detener la protesta y alejar a Valodia del tatami. El peleador cubano empujó a uno de los jueces, entre los que se encontraba la española Carmen Navarro Inglés. Valodia, de 31 años, fue campeón olímpico de la categoría 68-80 kilos en Sydney 2000.
El cubano Angel Valodia Matos y su entrenador fueron descalificados “de por vida” de todas las competiciones internacionales.
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